miércoles, 3 de marzo de 2010

Cuba, Zapata, Fidel

Publicado el martes dos de marzo de 2010 en el periódico El metro

EL Valedor
Por Tomás Mojarro

Cuba, Zapata, Fidel

Esos contrarevolucionarios no tienen el valor para luchar con las armas en la mano. Lo que están haciendo, conspirar contra nosotros, les debe costar millones de dólares. Su propaganda contra nosotros, sus viajes, su sostenimiento: ¿de dónde sale tanto dinero? ¿De las companías yanquis afectadas por nuestra revolución? ¿De la CIA? ¿Del Depto. de Estado? En Cuba hay pocos contrarrevolucionarios, y son impotentes para reunir alrededor otros elementos. (W. Mills: Escucha, yanqui.)
Y yo pregunto, mis valedores ¿cuál de tantas versiones de adictos y malquerientes es Cuba? Una y múltiple es, e irrepetible. Tengo aquí la crónica del combatiente de Sierra Maestra que a descargas de fusil hizo posible esa Cuba libre, y la de un Armando Valladares, poeta desfalleciente en las "cárceles políticas" de Cuba, que en medianejos versos -júzguenlos- lo asienta en el documento humano:
Me lo han quitado todo - las plumas, los lápieces - pero me queda latinta de la vida - mi propia sangre - y con ella escribo versos todavía...
Y el pasado martes la muerte de Orlando Zapata, opositor al régimen, después de 85 días en huelga de hambre. ¿Cuál de todas es Cuba? ¿Cuál habrá de sobrevivir? Leo esto, leo aquello, e ignorante del actual momento político de la Isla termino como empecé, preguntándome: ¿cuál de todas es Cuba? ¿Todas a una? De algo estoy cierto: su destinoy el de nuestro país marchan paralelos así en los días dastos como en los infaustos; en las duras, tantísimas, y en las maduras, unas cuantas apenas. Esto nada ni nadie lo va a separar. Cuba, México, presente en la revolución de los barbones de Sierra Maestra.
Con la Revolución Cubana todavía en la cartuchera, Juan Almeida, uno de los Doce que encendierin la mecha: "En México me encontré con Efigenio, que llegaba de San José de Costa Rica, parado en un puesto de tacos. ¿Sabes lo que es un taco..?
Ya de regreso en su tierra -en su Sierra- y en plena revolución, Manuel Fajardo: "La dentención de los norteamericanos fue una de las medidas más valientes de la guerra. Se capturaron como a 38. No es que tenga nada contra ellos, el problema política lo separo de mi opinión personal sobre estos marines que traté personalmente: la gente más despreciable que puede haber en el mundo son los marines norteamericanos. No he visto seres humanos más corrompidos que esa gente". (¿Por qué se me vino a la mente Guantánamo, Abu Grahib..?)
Armando Valladares, poeta: "No podía ponerme en pie y me movía sentado, arrastrándome sobre las nalgas. El ensañamiento de los guardias no hay cómo narrarlo. Uno de ellos llevó una lata a los presos para que orinaran y defecaran en ella. Cuando la tuvo llena hasta la mitad de esas inmundicias, les agregó agua y subió al techo de malla de las celdas. Fui el primero en recibir el impacto. Recuerdo a los fusilados. Pensé en Julio y en su desprecio por la vida, defendiendo sus criterios de Libertad y Patria, y penséen todos aquellos que con una sonrisa en los labios marchaban a los paredones, y pensé en la integridad de aquellos mártires que morían gritando: ¡Viva Cuba Libre! ¡Viva Cristo Rey! ¡Abajo el comunismo..!"
La Cuba de Fidel, la de los exiliados, la que resiste terrorismo, bloqueos y sabotajes: ¿cuál de todas es Cuba? Todas ellas, por supuesto. La Cuba de Fidel y la de Orlando Zapata. Pero mientras tanto, mis valedores, y esto no admite duda: de pueblo a pueblo México y Cuba siempre un solo pueblo. México y Cuba por siempre jamás. (Y ya)

lunes, 1 de marzo de 2010

¡Compatriotas!




publicado el lunes 1 de marzo del 2010

El Valedor Por Tomás Mojaro

!Compatriotas¡
La entrega de los bancos a manos extranjeras fue un errro de dimensiones inacabables. (Carlos Salinas).
El error en la privatización fue que se colaron personas que no eran capaces (Pedro Aspe, su Sec. de Hacienda).
Aquí está Carlos Salinas. Regresa el polémico personaje para aportar su versión y visión de lo acontecido en la vida política del país (1995-2006) cuando se produjo un drama nacional en el que al "compatriota" le tocó desempeñar el papel de villano y a Ernesto Zedillo el de benefactor. Aquí está de vuelta el que nunca se fue y que desde ña tenebra ha venido moviendo los hilos de la politiquería cimarrona. Con su estridente reaparición desmiente a los optimistas que lo daban por muerto, o casi. Salinas.
Desafiante, fanfarrón, se alza en el foro con el propósito de aclarar situaciones, señalar culpables y repartir culpas y justificaciones. Se trata del mismo Salinas apenas ayer repudiado y con su fama pública a nivel de la alcantarilla y el albañal, hasta el grado de que se vio forzado a huir del país a los subrepticio y asumir el destino de judío errante que corresponde a los despreciados, los redrojos humanos. Salinas...
Por tierras lejanas arrastraba el descrédito del asesino intelectual y le alcanzaba la fama pública de ladrón que se roba la mitad de la cuenta secreta como a su hora lo acusó el ex-presidente De la Madrid, para que el acusado, imperativo, lo forzara el reculón, dejándolo en calidad de viejo decrépito, necio, patético. Demente, sin más.
En fin, que el mostrenco de Agualeguas acaba de aprovechar el seminario Privatización bancaria, crisis y rescate del sistema financiero, organizado por el Centro de Estudios Espinosa Iglesia para intentar la maniobra de desubicación: alzarse del banquillo de los acusados y en él sentar a Ernesto Zedillo como causante del "error de diciembre". La mayor parte de esa versión de los hechos se consigna en La Década Perdida, Neoliberalismo y populismo en México, 1995-2006", donde en más de medio millar de páginas se barajan nombres, fechas, sucesos y personajes como los villanos favoritos del autor: Ernesto Zedillo, neoliberal responsable del Fobaproa-Ipab y el "error de diciembre, negociazo para el gobiernode Washington, y el López Obrador populista y causante de la serie de daños "que ha causado a la Nación". En el libro se incluye la crónica de los hechos trágicos que involucran a Salinas con Colosio, Posadas, los Ruiz Massieu y el hermano "10 por ciento", Raúl.
Carlos Salinas: él sí logró maquillar su condición de espurio (el primero), de impostor (el antecesor), con el apalancamiento de los neo-panistas Diego Fernández y Luis H. Álvarez y las sotanas de El Vaticano y la Conferencia del Episcopado Mexicano, "legitimación" que asa hoy día el PRI no ha logrado con el actual. Salinas consiguió "legitimarse" porque en un Liliput de capones políticos el "compatriota" del "liberalismo social" que le diseñó a la medida don Jesús Reyes Heroles tiene cinismo, audacia y tamaños. Ahora redivivo regresa comoun estridente protagonista del ejercicio politiquero, y regresa porque se aprovecha del estigma, de la maldición de unas masas que fácilmente extravían la memoria histórica. Ellas lo hubiesen linchado si en 1995 se hubiese atrevido al regreso. Pero ahora ya cuál peligro, que el cinescopio me les ha hipnotizado en los teletones, el balazo a Cabañas y las nalgas remendadas de la Ale Guzmán. Es México. Somos nosotros. (En fin)