sábado, 20 de febrero de 2010

El cantar de los cantares




El Valedor
Por Tomás Mojarro Publicado en El Metro el viernes 19 de febrero del 2010
Iréme al monte de la mirra, y al collado del incienso (...) Nardo y azafrán, caña aromática y canela, mirra y áloes, fuente de huertos, pozo de aguas vivas.
Van aquí, para aquellos de ustedes que habitan ese estado de gracia que es el amor, estos a modo de fulgorcillos de aurora boreal. Que los digan a su única; quedo, de boca a oído, de boca a boca, a sangre, a entraña, a espíritu. Díganse los "siempre, siempre" y los "nunca, nunca", el amor que se enciende, fulgura y, si no se aviva cada día, termina por erosionarnos el corazón con su llovizna de cenizas. Aquí, de la abundancia del corazón, habla el poema:
"Maldije la lluvia que crepitaba sobre mi techo, impidiéndome dormir. Maldije el viento que sacudia mi jardín. Pero llegaste tú, y entonces di gracias a la lluvia, por que has tenido que quitarte tus ropas mojadas, y di gracias al viento, que apagó mi lámpara..."
"Habíamos agoatado las palabras de amor. Callamos entonces, y al igual del silencio que establece entre dos ejércitos que han de librar batalla, hubo un silencio profundo entre nosotros. Y libré la batalla de amor. El ruido de los sables estaba en nuestros besos. Los suspiros de los heridos en nuestros estertores. La algarabía de los carros de guerra estaba en las arterias...
Y te conservé, contra mí, como un estardante destrozado..."
"Recuerdo esta mañana de Damasco y el silencio del jardín donde tú te adormías. La sombra de tu cuello era azul. Tus senos subían y bajadan con ritmo de fuente. Tus brazos, en abandono, eran dos arrollos de plata en la hierba; las mariposas se posaban sobre tus uñas, tomándolas por rosas. ¿Contemplaría mi padre, en ese instante, vírgenes más bellas en los jardines del Paraíso? Me extendí a tu lado, como un mendigo a la vera de una mezquita..."
"Aquella noche nevaba sobre el jardín. Yo tenía frío y tú no lo advertiste. Contemplabas los grandes árboles bajo los que antaño te esperé tantas veces. Toda aquella nieve caía sobre nuestro pasado..."
"¿Aquella promesa que me hiciste, ayer tarde, bajo la acacía en flor? ¿Dónde está el rocío que empapaba las flores de la acacia?"
"Dejaste caer el polvo de tulipán rojo que yo te había dado. Lo recogí. Era blanco ya. En aquel breve instante había nevado sobre nuestro amor..."
Yo había suspendido en tu puerta una guirnalda de flores de manzano, haciendo exhalar a mi laúd un canto de amor. Al otro día, le encontré. Unos claveles rojos que crecen en el jardín de mi vecino adornaban su traje. Me encerré en mi morada, rompí mi laúd. Lloré..."
"Sus manos. La mañana de nuestro primer encuentro fue la mano derecha de mi bienamada la que me envió en gracioso saludo su corazón y sus labios. La tarde de nuestro primer encuentro fue la mano izquierda de la bienamada la que abrió su tunica para que mis besos se posaran sobre sus senos. Así, y por todo lo que les debo todavía, cantaré a las manos de mi bienamada... ¡Dolor, ho dolor! ¿Por qué despiertas? Mi bienamada partió, y cómo recordar algo más que sus dos manos sobre sus ojos en lágrimas..."
"cuando en navío en que yo partía se alejaba de la ribera oí una canción de una dulzura desgarradora. El mar tenía ya mil pies de profundidad, pero los sentimientos amistosos que te impulsaron a cantar para mí, ho amigo, ¡eran aún más profundos..!"
"Una canción a lo lejos... Es un mendigo. Puesto que este viejo, que nunca ha poseído nada, canta, ¿por qué lloras tú, que posees tan hermosos recuerdos?"
De tí, amadísima ausente. Y uno aquí, aniquilándose...

lunes, 1 de febrero de 2010

¡Cúramelo Dios!



El Valedor

Por Tomás Mojarro


Esta ves la tragedia de Cabañas, que conmomciona y desgarra las entrañas del país. Y cómo pudiera ser de otro modo, si Chava es (¿era?) todo un señor goleador. Los matutinos, escalofriantes "¡Conmoción!" "Vivimos horas de angustia". "Queremos verte triunfante otra vez". "¡Todos elevamos nuestras plegarias!" "Rios de aficionados corren al estadio para orar por Chava". "Toda una nación en vela". Toda una nación (Dios).
(¿Y esta? ¿Cómo se coló, inopotuna? "Jefe y escoltas de Seguridad Pública municipal, asesinados". "Seis cadáveres desgarrados. Otros más". Ya la hice a un lado. Sigo con la tragedia del goleador.)
"Su imagen en el video. La bailarina se aterrorizó. Era ella, la rubia de vestido entallado que platicaba cordialmente con el hombre frente al baño del bar. ¡Entró en pánico!

EL Jota Jota de las cuantiosas propinas: "Niegan cooperación en huída". Y que si el bar continuaba abierto hasta después de las cinco de la mañana "era porque estaba esperando que salieran los comensales que quedaban". "¡Interviene el ombudsman capitalino!"
(Un momento. ¿Y esto? Guanajuato. "Los militares, violadores de los derechos humanos, incluyendo los del niño: robo, tortura, allanamiento de morada, ejercicio indebido de la función pública. La violencia de los militares se ha registrado en expedientes de queja abiertos en los municipios de las cuatro regiones del estado". "La golpiza de los soldados la hizo abortar".)
Pero no distraernos, que el interés nacional se centra en Cabañas. En la foto niños, jóvenes y adultos, de rodillas, y el pie de foto: "Aficionados e integrantes de las porras La Monumental y Disturbio se reunieron en la explanada del Azteca para mandarle buenas vibras a Chava". "No se va, no se va, Chava no se va", y las preces, las mandas, las rogativas en primera plana. "Fotografiaron a Diana. Dramatico".
(Como de relleno se les coló la noticia de una cierta María Santos Gorostieta o Gorrostieta. ¿La conocen ustedes? Su caso no es relevante, no ha conmocionado la conciencia popular. Sí, una oscura regidora de Tiquecheo, Michoacán, caserío de escasa importancia. ¿El suceso llamó la atención de los medios de condicionamiento de masas? Cómo, si fue un incidente menor: María Santos fue agredida a balazos el pasado viernes, 22 de enero, pero ni la mataron: sólo alcanzaron a herir a dos mujeres y un varón, sus acompañantes. Ella, María Santos, no fue agredida en un "antro" tras una noche de excesos, no andaba borracha, no andaba drogada, no anduvi de motivosa y bravera. Un caso gris. Hoy mismo, herida de gravedad, sobrevive al tercer intento de asesinato. En el segundo, de octubre pasado, le mataron al marido. A estas horas María Santos, un ser anónimo o casi, se aferra a la existencia en algún camastro de algún hospital de Morelia. Pero ya en ella perdi mucho tiempo del que preteneca a Cabañas.)
Chava Cabañas. "El ídolo y la chispa que nutría al América, hoy en manos de Dios". "Fe. Mucha fe". Y por acá, en planas interiores, relleno y desperdicios: que si cabezas desprendidas del cuerpo, que si cadáveres descabezados y militares torturadores de embarazadas a las que a padatas (¡Por el honor de la Patria!) hacen abortar. Ganas de perder un espacio valioso que pertenece a Cabañas. "Aldo Martínez, médico del futbolista, afirma que los milagros existen". ¡Ese milagro, Dios! ¡Cúramelo! "¡Que nuestro aliento y oraciones logren ese milagro!" Y a esperar "con el alma en un hilo" Ah, manipulación, ah, subdesarrollo. (Ah...)